2011-2012

Hace exactamente un año estaba escribiendo algo con este mismo fin, hace un año estaba esperando con ansias la llegada del 2011, año que trajo consigo muchas cosas, experiencias, tristezas que terminaron en alegrías, y alegrías que nunca podrán llegar a verse como tristezas.

Conocí gente que no voy a olvidar nunca, cumplí sueños, anduve por lugares hermosos y experiencias que merecen ser inmortalizadas en el recuerdo.

Los 2 sustos más grandes de mi vida, uno porque un día mis piernas dejaron de funcionar por una inflamación del nervio ciatico y sentí tanto miedo de que no volvieran a funcionar, y por dicha solo fueron unos días... y la enfermedad de mi hermana que la tuvo un mes en un hospital y la vi caer en un lugar donde pocos se levantan, pero lo mejor fue verla levantarse y recuperarse de forma admirable, y no puedo evitar decir que también sentí miedo.

Mi trabajo aunque es una rutina me ha enseñado cosas nuevas, y me ha hecho crecer como persona y como trabajador, al lado de gente que posiblemente veo más que a muchos familiares, gente que vive conmigo el día a día y se gana ese querer.

A los compas de la U, bueno, como no decir que juntos le hemos puesto la alegría y el picante a las clases aburridas y a los recesos. Los presentes y los ausentes hemos sabido mantener todavía una unión de grupo.

El corazón me ha dado diferentes emociones a lo largo del año, alegría, tristeza, soledad, compañía, que se yo... de eso sigo sin entender....

 Y por supuesto mi familia que siempre ha estado ahí! con todo y para todo!

He disfrutado y aprendido mucho con mi cámara, y sé que algún día voy a ser un gran fotógrafo aficionado, o quizá profesional (aun está por definirse).

En general este año al igual que los otros ha sido bueno, me ha traído de todo un poco, así que espero que este 2012 sea mucho mejor para mí y para todos los que me rodean, a l@s amig@s, conocid@s les deseo lo mejor, y Gracias  a tod@s por este año y a ponerle ganas al 2012... Más ganas!

Un legado que proteger

Basta con cruzar las fronteras del cantón de Poás para darse cuenta que hay un mundo diferente.  Basta con verlo desde la cima del volcán para darse cuenta que es solo una pequeña extensión de terreno donde habitamos unos cuantos.  Pero hay que ir, conocer a mi pueblo y a su gente  para darse cuenta de qué es lo que nos hace tan particularmente POASEÑOS.

Siempre alardeamos de vivir en un lugar donde nunca falta el agua, donde no tenemos portones ni verjas en las ventanas de las casas, donde tenemos buenos caminos y  buses cada media hora, tenemos bancos y todos los servicios públicos, tanto así que hemos sido noticia por ser un lugar muy propicio para vivir.

No me salen de la cabeza las historias contadas por mi abuelo de cómo se logró comprar el primer camión de bomberos, la primera ambulancia, la primera patrulla policial y cómo lograron la donación de terrenos en puntos estratégicos para una excelente atención de las emergencias.  Cómo llegó primero el telégrafo y luego la telefonía.  Cómo fue la construcción de los caminos, la del puente del río Poás, la de las escuelas y del colegio.  Estas historias coinciden en que el pueblo se organizaba con alcancías, unas buenas botas y casa por casa recaudando fondos y trabajando mucho para lograr apenas lo necesario, pero se conseguía. Obviamente, uno que otro empujón de del gobierno que para el momento era un aliado.

En los últimos días hemos sido bombardeados por la indiferencia de los “peces gordos” que, en lugar de ayudar, nos quieren despojar de lo que nuestros padres y abuelos han conseguido.

Es una falta de humanismo tener un cuerpo policial que día a día trabaja en condiciones precarias y lo único que obtenemos ante una solicitud de todo el pueblo  es una respuesta del señor Ministro de InSeguridad donde nos dice simplemente que tenemos que esperar a ver si hay fondos en el presupuesto del próximo año.

Nuestra delegación policial se convirtió en un excluido cajón que no cuenta con las condiciones necesarias para trabajar y la delincuencia ha pasado de un común  robo de limones o aguacates en un lote baldío, a asaltos a mano armada, secuestros y tiroteos por personas ajenas a nuestro Poás que buscan sacar ventaja ante la situación.

Además, se habla del desalojo de instituciones como Bomberos, Cruz Roja, centro de discapacitados, centro de salud, centro de nutrición y scouts, por la falta de interés de sus altos mandos, por falta de plata o por falta de conciencia.  Si de algo estamos seguros es que también por miedo a ser enfrentados por gente que alardea tener un puesto importante.

¿Será que estamos perdiendo el interés o será que no tenemos tiempo para interesarnos todos?  Es triste ver que somos pocos los que salimos a la calle y pegamos el grito al cielo, que clama por auxilio urgente, antes de que todo se pierda.

Es muy lindo ver jóvenes interesados.  Es muy lindo ver políticos hablando.  Es muy fácil decir que se puede hacer y que se puede ir, o simplemente echarle la culpa a uno u otro.  Son realmente pocos los que buscamos soluciones definitivas, los que nos hacemos escuchar, los que proponemos ideas y soluciones y ponemos  interés y tiempo para no ver un Poás desamparado u olvidado por el gobierno.